Besos mojados de lluvia (por Rusty Andecor)

Soñé con aquel agua de lluvia

que empapaba mi sueño,
con aquellos besos mojados

que surgían de un espejo,

con aquellos suspiros del alma

que salieron de ese cuento tan bello; sin poder despertar,

deseando estar sereno,
sin poder ya conciliar mi calma

mi inquietud y mi sosiego.

(Ángel González "Rusty Andecor")

¡Que empape tu rostro la lluvia
que cubra su agua tu espacio...!

Su fueron las rosas de otoño,

llegó el sabor de noviembre,

soñé con tus besos mojados

de lluvia, de ese agua de siempre.

Que un día, unos besos amargos,

aquellos teñidos de llanto,

tomaron dulzura y aorma,

y atrás se quedó un desencanto.

Me gustan los besos mojados,

de lluvia de invierno, en tus sueños,

me gusta inundarme de gotas

que caen de tus ojos risueños.

Me gusta mojar tu sonrisa

con esa caricia en tu aliento,

buscando humedad en tu gracia

tan cerca, al sentirme sediento.

¡Que empape tu rostro la lluvia,

que cubra su agua tu espacio,

ahora que abrazo tu cuerpo

y gozo besando tus labios!

Son besos mojados de lluvia,

de viento, de luz y de pasión;

mojados de la sonrisa de Audrey

y del perfume de su corazón

Este poema está dedicado a la magia de una escena,

en la trama de una bella historia del cine,  

a la fascinación de una película: "Desayuno con diamantes",

en la que el ser humano busca, tenaz y con desesperación

la soñada eterna felicidad.

Estos versos están dedicados a la magia de una musa,

al hechizo de una frágil belleza y sublime elegancia;

tal vez... a Audrey Hepburn, la eterna inspiración de un aprendiz de poeta,

tal vez... al universo de mis sueños,

tal vez... al reflejo de un espejo.

Para ti, frágil Audrey,

para ti, lejano sueño,

para ti, mágico espejo.

Ángel González "Rusty Andecor"