"La más bella de la estrellas"

sábado, 12 de noviembre de 2011

La fascinación de Audrey Hepburn

Ella nos transmitía un mensaje desde
su mirada y su sonrisa: la fascinación
Del resplandor que fluía de Audrey y de la magia con que la envolvía, lo de menos es la excusa comercial que nos arrastra al consumismo de su icono y de todo aquello que representa. Lo que, ciertamente, nos fascinaba de aquella "cara de ángel" (porque eso era lo que nos producía a quienes la "descubrimos": fascinación), era el mensaje que nos transmitía desde su mirada y de su sonrisa: la frescura de su sensibilidad, la sencillez de su espontaneidad, la fuerza de su ternura, su natural elegancia y la generosidad de sus palabras que, a veces, en silencio nos expresaba el lenguaje de sus ojos.

Para mí, Audrey fue mi inspiración para entrar en esa extraña dimensión que jamás había conocido antes: la de la poesía. Cierto es que soy “aprendiz de poeta” y sé que no voy a pasar de ahí, por mi falta de recursos lingüísticos, entre otras razones; pero ella me enseñó a penetrar en los secretos y en los poderes de la imaginación, de la sensibilidad y de los sueños, quizá utilizando el “truco” de “un destello”, pero me ayudó a apreciar la belleza que hay en la fragilidad, en el mensaje de la ternura, en la generosidad de la sencillez de lo natural. Y con todo eso, me convirtió en un “componedor de versos” para todo aquello que representaba su estilo de imagen y el encanto de su comunicación con nosotros desde la escena del cine.


Se dice de ella que "nos dejó, precisamente, la imagen más hermosa de todos los tiempos, que su personalidad y su estilo fueron dignos de una moda inolvidable, inmortalizada en el tiempo". Se dice de ella que "nos quedó aquella eterna sonrisa que representó un símbolo y una muestra para todas aquellas jóvenes generaciones que la imitaron, además del recuerdo de su esbelta y tenue figura, para convencernos que también era un ejemplo de belleza". Pero yo pienso, y estoy convencido de ello, que lo que más nos cautivó de su imagen y de la expresividad de su mirada y de su sonrisa fue el mensaje que salía directamente de su corazón y con el que nos acariciaba a todos los que la contemplábamos.

Estás ahí... siempre fascinante. Quizá... eres la dama
de los sueños que a todos vas enamorando.

Lo cierto es que tú, mi musa eterna...
estás ahí... siempre fascinando;
quizá eres la dama de los sueños,
que a todos vas enamorando,
que tus ojos, serenos y risueños,
llegan hasta el alma, fascinando;
quizá es tu corazón sin dueño...
que el nuestro... tú nos vas robando. 


Me quedo de ella, además del efecto de su hechizo, ese que describo en mi semblanza sobre su persona y en mis versos, algunas de sus frases, aquellas que solía decir algunas veces:

"Nací con una necesidad enorme de afecto y una necesidad terrible de darlo".


"Solo la gente sencilla sabe qué es el amor. La gente complicada trata tanto de causar impresión que pronto agota su talento".


"El amor no tiene nada que ver con aquello que esperas conseguir de quien amas, sino con lo que esperas de tu corazón al darlo".


"Lo único que deseo es tener un cuarto tranquilo en alguna parte, lejos del frío de la noche, un asiento confortable para descansar, chocolate y una estufa de leña para envolverme de calor".


"Todavía creo en los cuentos de hadas, que son los que más me gustan, y por eso me gusta intentar ser honesta".


"Las mujeres comunes saben más de hombres que las mujeres hermosas. Porque las mujeres hermosas no necesitan saber de hombres; son los hombres los que tienen que saber de mujeres hermosas".


"Sé que no soy hermosa; mi madre me llamaba patito feo, pero quizá, no sé si por eso, me quedó alguna cosa buena".


"Nunca pienso en mi como un icono. Eso está en las mentes de la gente que no está en mi mente".


"Siempre puedes saber más de una persona por lo que ella dice de los demás que por lo que los demás dicen de ella".
"La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma"



"Pienso que la belleza de una mujer no está en la ropa que usa, ni en la figura que lleva, ni en un atractivo de su cuerpo, ni en la forma en que peina su cabello. La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma, en el cuidado y en la ayuda cuando, con su amor y toda la pasión, decide dar a los demás" .


"Yo creo en el color rosa. Creo en que la risa es el mejor antídoto para curar el dolor y el desengaño. Yo creo en besar, besar mucho. Y creo en ser fuerte cuando todo parece ir mal. A veces creo que las niñas más felices son las chicas más guapas. Pero sobre todo, creo que mañana será otro día y creo en los milagros".


"No tomo mi vida en serio, pero tomo lo que puedo hacer en mi vida en serio".

martes, 8 de noviembre de 2011

Soñé con aquel dulce sabor de tus ojos

Soñé con aquel dulce sabor de tus ojos
perfumados de tristeza y de nostalgia,
fascinado por la magia de tu imagen,
y por tu ingenua y tímida sonrisa.


Y supe que estabas ahí
en la dimensión de mis sueños,
iluminados por la luz de tu frescura
empapados en los colores de tu alma.


Y ahora siento que te amo
y ahora sé que no soy dueño
y ahora tengo en mi esperanza
quizá... besar tu corazón risueño.


Rusty Andecor, "aprendiz de poeta", fascinado por tus ojos y admirador de tu corazón.