Hoy ser cumplen 30
años de tu marcha a “la eternidad” después de viajar por “el infinito” de tu
magia y tu resplandor en calma, y que nos quedó cautivó para siempre. Hoy estaremos contigo quedando unas flores en tu recuerdo; unas flores que saldrán de nuestros
corazones para entregártelas al tuyo, con nuestro cariño más sincero. Hoy no me
referiré a la dedicación de tu profesión de actriz, ni para evocar “tu paseo en la Vespa por
Roma", ni “tu encuentro con Tiffanys en la Quintanida”. Tampoco
es hoy un día de recordar tu culminación para llegar a la estrella mítica y admirada
del cine, aunque sí para hacerlo como la “estrella” de nuestros
corazones que fuiste, para los que te conocimos en las escenas de tu ficción
del celuloide y en esas otras escenas de la ilusión que nos regalaste, muy
especialmente, con la imagen de tu mirada y tu sonrisa.
¡Ah...! también recuerdo hoy mis primeros versos improvisados dedicados a ti hace mil años:0
Ángel González "Rusty Andecor"