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Fue una de las sonrisas más francas y más
auténtica que pudimos captar de ti. Quizá
esa mágica frescura que nos enviabas era
parte de tu secreto para cautivarnos. |
Querida e inolvidable Audrey. No podía faltar mi carta para ti en este día de tu cumpleaños. Un año más para enviar tu felicitación allá, a ese lugar de eterna paz en donde descansas ya hace tiempo. Una vez más para darnos cuenta que, aunque te fuiste, sentimos que sigues con nosotros. Es cierto que los años han pasado, pero la frescura y el aroma de tu sonrisa sigue aquí. Su espíritu nos envuelve, nos gratifica y nos sirve de fuerza y de valor para ver la vida con más optimismo y con más alegría. Porque viendo esa sonrisa aquí en tu imagen, parece que así es como veías tu la vida, y ello a pesar de tus reveses y de tus desencantos.
Te felicitamos hoy en tu aniversario. Y lo festejamos con esa maravillosa muestra de gozo que aparecía siempre en tu rostro; la que nos ha regalaba tu sincera y dulce sonrisa. Por eso, especialmente hoy, hemos querido celebrarlo con algunas de tus imágenes en las que con más autenticidad sonreías, quizá porque tu sonrisa salía de lo más profundo de tu corazón.
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Audrey nos muestra sus perfiles más gratificantes:
el divertido, el ilusionado, el candoroso, el pícaro y el
resignado. Pero siempre tras el aroma de su sonrisa. |
Además, sabemos que había una virtud muy especial en tu sonrisa. Esa en la que la imagen de su recuerdo quedaba indeleble en nuestra memoria, en nuestra mente. La ventaja de ese gesto en tu rostro, el encanto en que lo mostrabas, es que no hacía falta volver a ver la imagen de tus fotos. La naturalidad y transparencia de su significado, la fragancia de su bondad, era tal que siempre podíamos representarla en nuestra imaginación. Por eso, he seleccionado estas cinco imágenes que definen muy bien ese abanico de expresiones que sabías muy bien transmitir. la divertida, la reflexiva pero ilusionada, la candorosa, la pícara pero ingenua y la sufrida y quizá resignada. Un muestrario de perfiles expresivos que nos comunicaban mucha calma y serenidad, y que nos llevaban a un mundo feliz de ternura y de bondad.
Tus más cercanos amigos escribieron en tu epitafio "Si existen los ángeles, deben tener los ojos, las manos, el rostro y la voz de Audrey Hepburn". Yo estoy seguro que si existen, es tu sonrisa lo más parecido que deben tener de ti.
Nosotros, mi querida Audrey, siempre tendremos cerca esa fragancia que desprendías de esa maravillosa sonrisa. Siempre la recordaremos. Y siempre volveremos a estar contigo.
20 de enero de 2021. Rusty Andecor
