"La más bella de la estrellas"

miércoles, 4 de mayo de 2022

Hoy se cumple el 93 aniversario de nacimiento de Audrey Hepburn

Muchos de los que hemos seguido los orígenes artísticos y la carrera de Audrey Hepburn coincidimos en que si William Wyler no la hubiera elegido para el papel protagonista de "Vacaciones en Roma", en vez de Elizabeth Taylor, como en principio se habían pensado, Audrey no se habría convertido en la legendaria actriz de cine que fue. Seguiría siendo la bailarina de aquel Ballet de Londres en donde se inició en los estudios de Danza clásica y piano, y para lo que pensaba seguir trabajando.

Lo cierto es que fue la casualidad o el destino lo que la llevó a protagonizar sus más icónicas películas. No sólo en "Roman Holydy" consiguió el papel principal del film, por el que la actriz se consagró con su Óscar como mejor actriz principal. También en "Charada" y "Desayuno con diamantes" se había formado el reparto para asignar respectivamente como protagonistas a otras candidatas, eligiendo a Marilyn Monroe para interpretar esta última película. Sin embargo, fueron los directores quienes se opusieron a la imposición de las productoras y prefirieron a la Hepburn en su lugar.

Algunos de los perfiles del rostro cándido y dulce de Audrey Hepburn
Han pasado muchos años desde que la estrella nos dejó, y muchos más desde que se estrenaron sus películas más famosas. Sin embargo, el rostro y la sonrisa de la dulce Audrey Hepburn, y su resplandor, siguen estando en la mente y en el corazón, no sólo de sus admiradores contemporáneos, de quien fue su público fiel, sino de las generaciones que le siguieron después. Ninguna actriz como ella ha permanecido en esta luminosa y "pequeña eternidad" de la vida del "Séptimo arte". La verdad es que, ni la magia del cine, ni su glamour habría sido igual sin la presencia del arte, estilo e inspiración de Audrey.

Entre infinidad de publicaciones, extraigo algunas frases de una de cuya referencia me envió mi amiga Norha, que también es entusiasta enamorada del alma de la actriz. Se trata de la revista "Vogue", de un artículo que escribió Sebastián Cabrices en su edición de 18 de agosto de 2020 y en donde dice: "El Salón de la Fama no sería lo mismo sin Audrey Hepburn, la estrella de la época dorada de Hollywood que fue desde los escenarios de Londres a conquistar las pantallas de Hollywood". Y continuaba: "Como una de las leyendas más grandes del cine, esta actriz redefinió el significado de la belleza y la sensualidad de su época. (.../...). Fue ella quien normalizó las figuras delgadas en una industria en la que solo mujeres con curvas eran apreciadas".

Ciertamente, Audrey Hepburn consiguió romper el patrón y los moldes convencionales de una belleza demasiado artificiosa que el cine quería hacernos mostrar y que insistía en mantener. Y en su momento, fue un fenómeno social que nos impactó para convencernos de que aquella belleza natural, aún con sus guiños sofisticados, aparentemente frívolos a veces. consiguió ser una apuesta más convincente de belleza espontánea, más auténtica. Ella puso de moda el flequillo corto de los 50, la línea de cuello náutico o la falta de bailarina, entre otras formas de estilo que marcarían la novedad entre jóvenes mujeres. Es el flequillo que podemos ver en la foto al margen, o en la superior de la página y en la que muestra una de las sonrisas más dulces y encantadoras que hayamos visto en una estrella de cine. Además de la espontaneidad que nos enseña en las cinco imágenes de la otra de las fotos del margen superior.

Sin duda, Audrey Hepburn ha pasado a erigirse en uno de los iconos más representativos de la época dorada, no sólo de Hollywood y el cine mundial, sino del refinado universo que simboliza su encarnación como musa de la inspiración artística, literaria y de la moda. Por otra parte, cu cuanto a lo que se refiere a mi concepto sobre la esencia representativa, la que sugiere la imagen y el perfil artístico de Audrey, siento que todo en ella es pura y sublime poesía.

Audrey Hepburn con sus amigas Liz Taylor y Marilyn Monroe compartiendo
entrañablemente. Recordemos que Elizabeth iba a ser la protagonista de
"Vacaciones en Roma" y Marilyn interpretaría "Desayuno con diamantes"

A la nostalgia cinéfila y romántica, a esa particular veneración que siempre profesé a mi querida estrella de cine y musa de inspiración, se une hoy el recuerdo de muchas de mis palabras dedicadas a Audrey, escritas a lo largo de los años, en mis cartas dirigidas a ella y publicadas en este entrañable rincón virtual que titulé "El blog de Audrey Hepburn". Y pues que el recuerdo me viene ahora entre la confusión de un destello muy sugerente que me llega ahora, entre imágenes remotas y desvanecidas, y mensajes perdidos en el tiempo, pero también en aquella metáfora, sutil y "acaramelada" de mis humildes y viejos versos, aparentemente pretenciosos, aunque sin intención, versos que dediqué al encanto y la magia de Audrey, tal vez mi dama de los sueños, mi estrella de la ilusión, le envío allá, a su infinito refugio, a su resignada eternidad, el maravilloso vestigio de estas imágenes de la luz y el color de su rostro y su sonrisa.
También, quería recuperar el recuerdo de estas imágenes, con aquel vestido, quizá sofisticado, pero que nos devuelve su eterna estampa cándida y exquisita. Son las fotos al final del artículo. Fue otro artículo que me pasó mi amiga Norha, de la revista "Bazaar" escrito por Marina Scofield, y que recoge una curiosidad en torno a su famoso vestuario, polémico a veces. Fue el vestido que le hizo su amigo, el modista francés Hubert Givenchi, de cara a su rodaje en "Sabrina". De ese artículo extraigo lo que más me sorprendió. Y es que, al contrario que el vestido que luce en "Desayuno con diamantes", aquél se convirtió en el mas emblemático de todos los tiempos. Hay un par de anécdotas que escribe Scofield y me gustaría dejar aquí, en este efemérides de Audrey, precisamente sobre aquel vestido icónico en color marfil y bordados a contraste en negro. Lo cierto es que cuando ella intentó ponerse en contacto con Givenchy, éste la confundió con Katharine Hepburn, que ea ya famosa y Audrey todavía desconocida. La confusión dio lugar a un retraso que se solucionó con la insistencia de la propia Audrey. En cuanto al paradero del vestido, parece que éste quedó abandonado en un baúl  de la Paramount y que lo encontraron hace 5 años y se vendió por 217.000 dólares. Y aquí debajo se puede ver el resultado; el famoso vestido color marfil y bordados en negro. Sin duda, Audrey estaba guapísima.

Y acostumbrado desde hace años, desde que creé este blog dedicado a mi querida musa, a escribirle mis cartas dirigidas desde aquí, una vez más transmitirle nuestro cariño y recuerdo en esta fecha que representa su cumpleaños, además de nuestro deseo para que no nos falte nunca la magia y fascinación de su sonrisa, esa que tanto nos reconforta la calma y el espíritu, a quienes que no la hemos olvidado. ¡Querida Audrey... Felicidades. No nos olvidemos. Nosotros seguimos contigo!

   
4 de mayo de 2022. Rusty Andecor

jueves, 20 de enero de 2022

FLORES PARA AUDREY HEPBURN

Carta y flores para Audrey Hepburn

Nuestro recuerdo hoy está contigo;
hasta ahí, en la eternidad.

Mi querida Audrey. Ya sé que tus restos descansan allá en un pueblecito de Suiza. Precisamente, hoy se cumplen 29 años que te fuiste a la eternidad y es allí a donde quisiera enviarte mis flores. Pues es allí en donde más fácil podré encontrar tu estela luminosa. Seguramente te habrás convertido en una estrella, aunque en esta ocasión, será una estrella de ese maravilloso universo que compartimos quienes creemos en la perdurabilidad de los recuerdos. Y es que esta vez, mi dulce Audrey, mi recuerdo va con esas flores. Y me gustaría que también llevaran el recuerdo de todos quienes te admiraron y te quisieron, y de todos quienes aún te recuerdan.

Son dos rosas de mi jardín y las orquídeas que
mis hijos regalaron a Juani, mi mujer. Hoy
esas flores te las envío a eternidad, para ti.

Hace unos días leía en una publicación que "tu aspecto frágil, elegante y tímido iba contracorriente del estilo de Hollywood". Y es que nadie pudo imaginarse que la maquinaria del cine se dejara seducir por tu sencillez y dulzura. Nadie podía entender que ese universo que solía representar la artificialidad estelar de una actriz y el “luxury” ostentoso que rodeaba su mundo pudiera rendirse a tu transparencia y tu personalidad. Pero lo hizo y nadie te juzgó por cuanto pudo suponer que no fuera así o por los errores que pudieras haber cometido en ese ingrato y público mundo que viviste. Tu vulnerabilidad era tan cristalina y sufrida, tu elegancia era tan cercana a nosotros, tu timidez eran tan candorosa, que no podíamos sino dejarnos seguir sometidos bajo tu maravilloso hechizo. Dejaste una estela tan ejemplar de tu vida y una muestra tan mágica en las películas que hiciste que para nosotros ya es suficiente. No hubiera sido necesario que ningún cineasta hiciera la película de tu vida, si es que al parecer se va a hacer. Como tampoco hubiera hecho falta que para ese papel ninguna actriz hubiera querido parecerse a ti, pues nadie podrá suplantarte.

No dejes nunca de mirarnos ni de sonreírnos.

Hoy también quiero recuperar aquellos versos que te dediqué una vez, ya hace muchos años. Porque deseo enviártelos junto con las flores que tengo aquí cerca de mi: "Y descubrí que te iluminaba el rubor de tu mirada, el destello de tus ojos, la luz de tu frescura, los colores de tu alma, la magia de tu imagen, y tu ingenua y tímida sonrisa. Y ahora siento que te amo, y ahora sé que no soy dueño, y ahora tengo en mi esperanza, quizá... besar tu corazón risueño".

Ángel González "Rusty Andecor"