Me encontré con tu canción, aquella que entonabas a tu fiel amigo
"el río de luna" (Moon River) y le llamabas "viejo creador de
sueños", con tu voz dulce, tímida y suave, casi acariciando el alma de
quienes te escuchábamos y te amábamos en silencio. Me encontré con tus sueños,
entre los recuerdos de aquellas escenas que veíamos en tus maravillosa
películas y en las que imaginábamos en tus cuentos, y me encontré con la poesía de la mirada de aquellos ojos amielados que tanto
nos cautivaban y nos enternecían.
Pero también me encontré con el mensaje que nos
quedaste, después de irte a ese cielo que, quizá, tú inventaste con la belleza
de tu bondad y tu generosidad. Y es tanto lo que nos diste, sin ni siquiera tú
saberlo, que no podríamos olvidarte.
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Es también la imagen pícara y risueña, seductora y feliz, de Audrey, la otra cara de su alma, con esa con la que también soñamos. |
Escucharé tu canción, (Moon River), tal vez hoy una y otra
vez, y soñaré contigo, con ese destello que dejaste muy cerca de nosotros. Un
destello que a mi siempre me inspira cada vez que escribo con el pincel de mi
fantasía y sobre el lienzo de la ilusión.
Y te quedaré como recuerdo, aquí en tu blog, en vez de rosas, estas dos nuevas fotos tuya que encontré y que no había visto antes, porque tu imagen es más hermosa que las rosas que hoy podía ofrecerte.
Como siempre...
"Cautivado por la poesía de tus ojos
y seducido por la magia de tu alma",
tu eterno admirador, tu fiel...
"Rusty Andecor"